domingo, 18 de diciembre de 2011

Ya vete 2011!

Ya se nos fué el año. Estos 365 días estuvieron para decir: "Dios, por más que me porto bien, me llueve sobre mojado!" Como la vida me maltrató sobre todo a principio de este año, por lógica me esperan puros años de buenísima suerte, así que voy a escribir mis deseos para que se me cumplan:

Deseo de todo corazón que a Calderón se le desaparezcan las ganas de estar jugando a las guerritas con humanos.
Deseo paz, tranquilidad, certeza y el doble de vacaciones.
Deseo comprar una sala nueva y que Santi y Sasha no la rompan.
Deseo salir de deudas.
Deseo que los de Bansefi deje de subcontratar empresas para seguir explotando a los trabajadores.
Deseo que mi amor platónico Robert Downey Jr. siga haciendo películas y se mantenga sobrio para seguirme deleitando como hasta ahora.
Deseo que mi padre, que ha pasado a otro plano, se sienta muy orgulloso de mi.
Deseo nunca jamás volver a estar en el infierno.
Deseo no ser juzgada por personas que apenas conozco, por mis errores del pasado.
Deseo viajar mucho, mucho, muy lejos. Sola o acompañada por una persona que me haga sentir viva y feliz.
Deseo que Whisky, Tequila y María no destruyan la casa que les regaló el muñeco.
Deseo que mi hermana encuentre estabilidad emocional y económica y sea muy feliz.
Deseo que los ministros de la Suprema Corte de Justicia ganen 6000 pesos mensuales.
Deseo que Carlos Salinas se auto exilie otra vez.
Deseo que el césped de mi casa crezca lindo por una sola vez.
Deseo unas elecciones limpias y sin violencia.
Deseo no engordar un sólo kilo más y que no me dé flojera hacer ejercicio este año.
Deseo que haya muchas bicicletas en la ciudad, menos autos y ningún accidente.
Deseo que todos los días un perro o gato de la ciudad sea esterilizado.
Deseo que cada vez más gente se comprometa a salvar animales abandonados.
Deseo ser feliz y cantar mucho.
Deseo enamorarme y si me desenamoro que se me pase rápido.
Deseo escribir 10 veces más de las que escribo a la semana.
Deseo leer mínimo 1 libro al mes.
Deseo por una sola vez administrar mi música en mi ipod y no perderlo.
Deseo que las personas tiranas y mal intencionadas no tengan ganas de salir de sus casas.
Deseo que a todos los que han sido mis subordinados les den ya los puestos que realmente merecen.
Deseo no tener miedo.
Deseo seguir disfrutando mi soledad como hasta ahora, con sus excepciones a la semana.
Deseo amar intensamente a personas especiales, que amen la vida como yo.
Deseo seguir cultivando amigos, como este año, que hasta una nueva familia encontré!
Deseo que a mis pocos amigos verdaderos, que son mis hermanos, la vida les pague por el amor que me han dado.
Deseo que Peña Nieto deje de hacer pendejadas.
Y que los internos de los ceresos que ya tienen cumplida su medida, puedan pasar navidad en casa.
Sólo eso quiero, por lo demás, me conformo con lo que tengo. Soy una mujer completa y feliz. Gracias vida!

viernes, 4 de noviembre de 2011

El extraño que vivió en mi casa

Unos cuantos años después que yo naciera, mi padre conoció a un extraño, recién llegado a nuestra pequeña población. Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este encantador personaje, y enseguida lo invitó a que viviera con nuestra familia. El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros. Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia; en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial. Mis padres eran instructores complementarios: Mi mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer. Pero el extraño era nuestro narrador. Nos mantenía hechizados por horas con aventuras, misterios y comedias. El siempre tenía respuestas para cualquier cosa que quisiéramos saber de política, historia o ciencia. ¡Conocía todo lo del pasado, del presente y hasta podía predecir el futuro! Llevó a mi familia al primer partido de fútbol. Me hacía reír, y me hacía llorar. El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba. A veces mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir, pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad. (Ahora me pregunto si ella habrá rogado alguna vez, para que el extraño se fuera.) Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas. Las blasfemias, las malas palabras, por ejemplo, no se permitían en nuestra  casa, ni por parte de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualquiera que nos visitase. Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba sin problemas usar su lenguaje inapropiado que a veces quemaba mis oídos y que hacía que papá se retorciera y mi madre se ruborizara. Mi papá nunca nos dio permiso para tomar alcohol. Pero el extraño nos animó a intentarlo y a hacerlo regularmente. Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas, se vieran distinguidas. Hablaba libremente (quizás demasiado) sobre sexo. Sus comentarios eran a veces evidentes, otras sugestivos, y generalmente vergonzosos. Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño. Repetidas veces lo criticaron, mas nunca hizo caso a los valores de mis padres, aun así, permaneció en nuestro hogar. Han pasado más de cincuenta años desde que el extraño se mudó con nuestra familia. Desde entonces ha cambiado mucho; ya no es tan fascinante como era al principio. No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres, todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando por si alguien quiere escuchar sus charlas o dedicar su tiempo libre a hacerle compañía... ¿Su nombre? Nosotros lo llamamos Televisor.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Preguntas difíciles, Respuestas imposibles

¿Me veo gorda? ¿Me quieres? ¿No me ves algo diferente? Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia. Somos mujeres. Los hombres siempre se van a preguntar porqué las nenas hacemos preguntas que son tan difíciles de responder, de hecho, si esa pregunta nos la hicieran a nosotras mismas, seguramente no sabríamos que contestar.
Las mujeres realizamos a lo largo de las relaciones e incluso a lo largo de los años preguntas sin respuesta por muchos factores: por inseguridad, sobre todo. Porque sabemos si mienten al responder. Porque buscamos una manera de pelear. Tuve una amiga que llegó a preguntarle a su novio: Si tu y yo nos separamos, crees que llegues a amar a alguien como a mi? El chavo contestó: No, no lo creo. Ella enfureció, le dijo que era un cínico mentiroso, que como se atrevía a decir algo así, si ni siquiera sabia lo que iba a pasar, que si entonces el quería terminar, o qué pasaba?. El chico respondió entonces: bueno, me equivoqué, la respuesta es No sé. Ella enloqueció nuevamente y le dijo que si no lo sabía,era porque su amor no era verdadero, si la amaba, como lo decía, jamás dudaría de que su amor fuera eterno. Ok, dijo Miguel, entonces creo que si, si amaré a la próxima mujer con la que me involucre sentimentalmente. Mi amiga casi se tira del balcón y por supuesto terminaron! Pobre hombre...
Hay ciertas cosas que puedes preguntarle a un hombre, pero no puedes esperar que te dé una respuesta honesta. Y esto no es algo necesariamente negativo. Los hombres casi en la mayoría tienen ese halo de caballerosidad, que les impedirá atacarte u ofenderte a menos de que la relación este completamente viciada o sea violenta. De otra manera, el hombre si te ama, lo hará porque te ama, si no te ama, lo hará por no lastimarte, pero al final te mentirá, y nosotros tenemos que aprender a vivir con eso. Por el lado opuesto, amigas,todas, cada vez que le pregunten a su novio, amigo o amante: en qué piensas? Y este responda: en nada! Créanlo, ese hombre no esta pensando en nada!

jueves, 8 de septiembre de 2011

El hundimiento del Titán (Futilidad)


Futilidad, o el hundimiento del Títán fue escrita por Morgan Robertson en 1898, catorce años antes de la tragedia del Titanic (14 de abril de 1912). Las sorprendentes coincidencias entre estas dos historias (una, producto de la imaginación de un escritor y escrita con anterioridad; y, otra, real) constituyen la principal razón que justifica que esta novela sea hoy célebre.

En la novela, el mayor crucero del mundo de aquel momento, parte del puerto de Southhampton para una travesía trasatlántica. Al igual que el Titanic, el Titán se hundió en una travesía inaugural, reconociéndose como el buque más seguro del mundo. El buque, al igual que el Titanic, chocó contra un iceberg en pleno Atlántico y en la catástrofe se perdieron muchas vidas, debido fundamentalmente al reducido número de botes salvavidas.

A mediados de 1898 mucho antes de que se pensara construir al Titanic el novelista Morgan Robertson tuvo una vívida pesadilla durante la cual, cierto trasatlántico a prueba de naufragios se hundía en su viaje inaugural, tras chocar con un Iceberg. Tan impresionado quedó Robertson con su sueño, que decidió escribir una novela con ese tema a la que titularía: “Futilidad”.

En la trama aquel trasatlántico al cual llamó: “Titan” y a cuyo capitán dio el nombre de: Smith, chocaría en su cuarto día de travesía contra una mole de hielo, hundiéndose. Ya publicada la novela, aquel mismo año 1898, Robertson vendió los derechos por la irrisoria suma de 100 dólares.

El libro narraba la historia del hundimiento de un enorme trasatlántico. La similitud con un hecho que conmocionó al mundo y hasta hoy tiene vigencia, es sorprendente. Se trata del desastre del Titanic, hecho ocurrido en 1912 (14 años después de la publicación de la novela de Robertson).

Estas son algunas coincidencias con el suceso real:

El barco de la novela se hunde, luego de chocar con un iceberg (al igual que el Titanic).

En la novela, era el viaje inaugural de la enorme nave.

En la novela, se describe al barco como insumergible.

El barco de Morgan era el más lujoso de su tiempo.

La nave de la novela naufragaba en el mes de abril (igual que el Titanic).

El número de pasajeros del barco de Robertson era de 3.000 y contaba con apenas 24 botes. En la realidad, el Titanic tenía 2.207 personas a bordo y solamente 20 botes salvavidas, una cantidad insuficiente para la cantidad de pasajeros, tanto en la novela como en la realidad.

El barco de la novela era descrito con un tonelaje de 75.000; mientras que el Titanic tenía 66.000.

La eslora del barco de la novela era de 243 metros; algo inferior a la real del Titanic que era de 268 metros (solo 25 metros de diferencia).

Ambos tenían igual cantidad de hélices: tres en ambos casos.

Cuando en la novela el gran barco choca, iba a una velocidad de 25 nudos. Por su parte, cuando el Titanic choca con el iceberg iba raudamente a 23 nudos de velocidad (apenas dos menos que lo imaginado por Robertson, catorce años antes).

Realmente muchas coincidencias ... pero por si queda alguna duda, digamos que la novela de Morgan Robertson se llamaba “Futilidad”; pero el subtítulo de la obra era "El naufragio del Titán".

Sí, el barco de la novela que se hundía un día de abril, en su viaje inaugural, después de chocar con un iceberg y que se convertía en tragedia porque los botes eran insuficientes para todos los pasajeros fue llamado por su autor “Titán”.(solo le faltaba IC para llamarse igual)

Morgan Robertson nació en Nueva York el 30 de septiembre de 1861, fue oficial de la marina mercante y escritor. Escribió numerosas historias cortas y libros, muchas de ellas relacionadas con el mar. En una de sus historias de submarinos hace mención al periscopio, por lo que se considera su inventor.

En Beyond the Spectrum trató una historia de guerra que vaticinaba la II Guerra Mundial y en la que se dan también coincidencias sorprendentes.

Robertson murió el 24 de marzo de 1915, casi un año después de la tragedia que vaticinó en su novela.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Kevin Carter y la Foto que cambió su vida...



La famosa fotografía que causó furor y polémica en todo el mundo cobra realce nuevamente. El diario “El Mundo” viajó a Sudán tras 18 años de haber sido tomada la fotografía en busca de pistas que revelen el paradero de la supuesta niña (primero se creía que era mujer) que sobrevivió de ser comida por un buitre.

La polémica que desató el reportero Kevin Carter al no rescatar a la supuesta niña desnutrida de las garras de un buitre volcó la desaprobación de la opinión pública, acusándolo de ser el auténtico carroñero de esa escena. Un año después, en 1994, luego de ganar el premio Pulitzer, Carter se suicidó.



Sin embargo, nadie vio morir al bebé, ni el mismo Carter. Hoy el diario “El Mundo” revela aspectos que no se sabían que rodean el misterio de la criatura.

Al observar la fotografía en alta resolución se puede distinguir que el bebe, de nombre Kong Nyong, lleva en su muñeca derecha una pulsera de plástico de la estación de comida de la ONU, instalada en aquel lugar, con el código “T3”. Es decir que el bebe sobrevivió a la hambruna, al buitre y a las trágicas predicciones de la opinión pública.

Reporteros del diario “El Mundo” viajaron a la aldea Ayod en busca del paradero de la criatura. Las pistas que encontraron los llevaría hasta la familia del pequeño, cuyo padre identificó al bebe y confirmó que en realidad se trataba de un niño y no de una niña como se creía, y que se recuperó de la hambruna, pero que murió hace cuatro años de “fiebre”. Su nombre era Kong Nyong.



Pero si Carter es famoso, es por esta fotografía en 1993. El sudanés Kong Nyong, por aquel entonces una niña famélica, se encontraba defecando a las afueras de su poblado y un buitre estaba al acecho. Carter, que observó la escena, la fotografió. Esperó para tomar una foto mejor: con el buitre abriendo sus alas, pero no lo consiguió. Según él, consiguió recuperarse y continuar con su camino. El 26 de marzo de 1993, The New York Times publicó la foto y él ganó el Pulitzer. La opinión pública entendió la foto como una alegoría de lo que sucedía en Sudán: Kong era el problema del hambre y la pobreza, el buitre era el capitalismo y Carter era la indiferencia del resto de la sociedad. La crítica se cernió contra él e intentó justificarse, alegando que el niño hacía sus necesidades, que la tribu se encontraba a unos 20 metros de él y que el animal esperaba su ración de comida. Kong Nyong murió 14 años después.

Tras ello, pasó de reportero a fotógrafo de naturaleza. Sufrió dos duros golpes: por un lado, la presión de la crítica y por otro el asesinato de su amigo Ken Oosterbroek el 18 de abril de 1994, mientras cubría un tiroteo en Tokoza (Johannesburgo). Se dice que años antes intentó suicidarse, que fumaba White Pipe -una mezcla de marihuana, metacualona y barbitúricos-, que tenía graves problemas familiares y una personalidad algo desordenada -perdía sus carretes en aviones y aeropuertos-, que era depresivo y tenía una vida caótica, con un sinfín de experiencias trágicas.

domingo, 22 de mayo de 2011

Dios no ha muerto, porque nunca existió... El Gran Diseño




¿Por qué hay algo en lugar de no haber nada?

¿Por qué existimos?

Los filósofos han perdido su papel en la discusión porque no saben física, la física que en los últimos 100 años ha dado un vuelco espectacular a lo que creíamos que era el Universo.

No es original de este libro esta afirmación sobre los filósofos. Es algo que muchos pensábamos y otros ya habían dicho. Como no es original el contenido del libro. Pocas contribuciones realmente novedosas contiene. ¿Por qué recomendamos leerlo entonces? Porque es un magnífico resumen de los conocimiento que tenemos hoy en día sobre el Universo, puestos al día respecto a los anteriores libros de Hawking. Echa la vista atrás hasta la civilización griega, donde empezamos a intuir que el mundo puede llegar a ser comprensible, y nos va guiando por el camino que hemos seguido hasta llegar hasta el punto en el que nos encontramos. De manera sencilla y rápida.

Esa es la gran virtud del libro: que en apenas 200 páginas nos toma de la mano y nos lleva por la senda que hemos ido recorriendo hasta llegar hasta el sorprendente mundo de la física actual. De manera sencilla. No hay ni una sola formula en todo el libro, lo que lo hace accesible a cualquiera. Nos exige, eso sí, que nos tomemos nuestro tiempo en la lectura del libro y alcemos más de una vez la cabeza, para meditar sobre aquello que acabamos de leer.

Pasa, como tantos libros, por temas como el experimento de la doble rendija, que explica con un ejemplo que nos hará entenderlo mejor (en caso de que tal cosa fuera posible) y aporta al caso la posibilidad de que tal vez algún día pueda llevarse a cabo con virus, un ser vivo. Inquietante. Como inquietante es la sugerencia de que, ya que en física cuántica el observador modifica los sucesos, incluso a posteriori, ¿no estaremos modificando con nuestras observaciones el Universo que tratamos de estudiar?

Cierra el libro un último capítulo que comienza asestando un duro golpe al libre albedrío, en base al juego de la vida, de John Conway. Y habla, finalmente de Dios. ¿Qué es lo que dice? Pues nada que no hayan dicho otros antes, aunque para saber qué, tieness que leer el libro. En fin, "El gran diseño", un libro que todo el mundo debería de leer.

lunes, 7 de marzo de 2011

LAS RANAS


Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuán hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió.
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando.
Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le dijeron:"nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos".
La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Moraleja

1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día.

2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que lo acabe por destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos.

3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

Una referencia relacionada:

En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice así:

"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no esta hecho para volar;

lo bueno es que la abeja no lo sabe"

EL GUSANO Y EL ESCARABAJO


Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.


El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en movilidad, tenía una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.


El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.


Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano.
- ¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano?
A lo que él respondió que el gusano estaba limitado en sus movimientos.
- ¿Por qué seguía siendo amigo de un insecto que no le regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?

Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir.

Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano, que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo buscara.

Pasó el tiempo y la noticia llegó: el gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar hasta su lugar de origen.

El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba.
En el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a dónde él se encontraba, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida. Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.

El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban. Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.


El escarabajo aprendió varias lecciones ese día. La amistad está en ti y no en los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

También entendió que el tiempo no delimita las amistades, tampoco las razas o las limitantes propias ni las ajenas.

Lo que más le impactó fue que el tiempo y la distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores los que más nos afectan. Y cuando pierdes un amigo una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías e ilusiones compartidas en el capullo de la confianza se van con él.


El escarabajo murió después de un tiempo. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal le aconsejó, pues fue decisión propia el poner en manos extrañas su amistad, solo para verla escurrirse como agua entre los dedos.
Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues estarás poniendo en una vasija rota tu confianza

miércoles, 5 de enero de 2011

La enseñanza del Grano de Café...


Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y como las cosas le resultaban tan difìciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejo hervir sin decir palabra. La hija espero impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su Padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego; Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato.
Coló el café y lo puso en una taza. Mirando a su hija le dijo:
"Querida; ¿Que ves?" "Zanahorias, huevos y café; fue su respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias.
Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro.
Luego le pidio que probara el cafe?. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Que significa esto, Padre?"
El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua fragil. Su cascara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café? sin embargo eran los únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta", ¿cómo respondes? "Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"
Y cómo eres tú: "Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
"Eres un huevo, que comienza con un corazon maleable? Posees un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero "Eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazon endurecido? "O eres como un grano de café? ¿El café? cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las
cosas se ponen peor tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
¿Como manejas la adversidad?
Eres una zanahoria, un huevo o un grano de cafe.