miércoles, 20 de junio de 2012

“Hey, pa´! Fuiste pachuco…”

Los jóvenes siempre han sido cuestionados por las personas mayores. Incluso nuestros padres, a quienes sus propios padres les referían frases de inconformidad como “en mis tiempos eso no era bien visto…”después con sus propios hijos repitieron el patrón. Los padres siempre tendrán algo que escondernos. Los padres jamás aceptarán haber sido parte de un movimiento estudiantil, por ejemplo el de 1968; si conocieron personas que terminaron como desaparecidos políticos en muy pocas ocasiones nos lo contarán, a no ser que hayamos nacido en una familia de izquierda y juzgados muchas veces de locos, subversivos, revolucionarios. La mayoría de los padres que luego desfilaron en el PRI para obtener puestos burocráticos se mantendrán en silencio, pues sus ideales cambiaron, su familia pasó a ser lo más importante y buscarán protegernos a toda costa. Es por eso, que hoy los padres con hijos en edad de votar, sobre todo los de aquellos que tendrán la primera experiencia del sufragio, se encuentran preocupados. Las dimensiones que ha logrado alcanzar el movimiento #yosoy132 es el resultado de días, meses y años de generaciones nuevas al tanto de las redes sociales. La vida cambió, el mundo cambió. Ahora los padres, quienes alguna vez nos pidieron alejarnos de la computadora y convivir en familia nos piden auxiliarlos para crear sus propias cuentas de facebook y twitter, y en muchas de las veces, para ellos también resulta muy adictivo. Pongo el ejemplo de mi madre, quien luego de quejarse años de que perdíamos el tiempo en internet, encontró, auxiliada por nosotros, a todas sus compañeras de la generación 69-74 de Trabajo Social de la UANL, un ejemplo que es de lo más común hoy en nuestros días. Se reunieron y acaban de regresar de un viaje por la república mexicana, en donde todas rebozaban de felicidad manifestando repetidamente que sin las redes sociales jamás lo hubieran logrado. Y es cierto. Seguramente generaciones enteras, jamás volvieron a saber nada de muchos compañeros de universidad, y la vida terminó así, porque así tenía que ser. En Europa ha sido el movimiento de los Indignados, en Noráfrica, la primavera árabe, en Estados Unidos el Occupy Washington. En México una significativa revuelta estudiantil llamada ingeniosamente #yosoy132 ha aparecido en plena campaña presidencial dándole un nuevo cariz a un proceso electoral, y que se creó para evitar a toda costa el regreso del PRI al poder. Esto, muchos de los jóvenes miembros del movimiento, ni siquiera lo saben. No solo los jóvenes hemos cambiado, todos hemos cambiado. La vida privada se ha vuelto pública, millones de personas en el mundo mantienen informadas a las personas de su red social de lo que hacen todo el día, de lo que comen, de lo que escuchan, de lo que piensan, y ahora, de por quién votarán. Antes, el voto, era realmente secreto. Ya no lo es. La mayoría de las personas que tienen una cuenta de twitter manifiestan su corriente partidaria día con día. Cientos de estudiantes de nuestro estado, diariamente exponen denuncias acerca de profesores de la UANL, que pretenden, como en otros tiempos que asistan a eventos de partido a cambio de una calificación o una asistencia. El orden de importancia de las prioridades de un joven en el 2012, son distintas a las de un joven de 1968, sin embargo, se mantiene el común denominador de que para todos los jóvenes lo más importante es la familia y los amigos. Las generaciones actuales no se sorprenden cuando sus amigos se hacen un tatuaje, cuando en su grupo de amigos uno manifiesta una conducta homosexual, ni mantienen en secreto el embarazo de alguna hermana adolescente; a diferencia de las generaciones más viejas. Las generaciones actuales, sin embargo, reprueban a toda costa la desigualdad de género, la contaminación de ríos y mares, y la imposición política por parte la familia. La vida ha cambiado. Los jóvenes siempre serán a quienes critiquemos cuando nos convertimos en adultos, pero ahora es diferente, pensamos como individuos pero sin querer, vamos siendo parte de una conciencia colectiva.

lunes, 18 de junio de 2012

Perlas a los puercos

Un candidato que presume de no ser político, para diferenciarse de los políticos a los que él llama: “de siempre”. Un candidato que acusa a los otros candidatos de no preocuparse en realidad por los intereses y necesidades de los mexicanos, por perder el tiempo en una guerra sucia. Un candidato que promete facilitar el acceso a Internet y disponer de la banda ancha necesaria para ello, incluso modificando la Constitución, por ser un derecho social fundamental y medio para mejorar la educación y promover la productividad y la competitividad. Un candidato que en materia de seguridad, insiste en la desaparición de las policías municipales y la creación de policías estatales con mandos únicos en cada una de las entidades federativas, como una forma de mejorar la seguridad y que, en el rubro de la ciencia y la tecnología propuso una secretaría del ramo que promueva la formación de doctores que necesita el país, para triplicar el número de graduados de los dos mil que se forman ahora a seis mil o siete mil que se requieren y pone como ejemplo la administración del Gobierno de Brasil donde el Estado impulsa la titulación, un Gobierno de izquierda. Un títere con unos enormes hilos movidos por la peligrosa y poderosa Elba Esther, que el mismo ha llegado creerse, no son perceptibles al ojo humano. Un Quadri que critica las formas de los otros partidos y reúne más de mil indígenas tsotsiles “acarreados” de las comunidades de Zinacantán y San Juan Chamula, Chiapas; a quienes al final del su discurso, los ayudantes del “candidato ciudadano” les lanzan plátanos desde dos camionetas repletas, y quienes se pelean como animales entre ellos para poder alcanzarlos. Un Quadri que critica las andanzas del PRI de siempre y la violencia que ha generado el PAN en el país. Un Quadri que demuestra de que está hecho y quien lo maneja como robot. Un Quadri, que olvidó que si la prensa no perdona, mucho menos las redes sociales. Un Quadri al que le costará esos codiciados votos de indecisos, que podían favorecerle, haberles dado perlas a los puercos.

miércoles, 6 de junio de 2012

El ladrón de croquetas

Había una vez un ladrón de croquetas. Todos los días muy temprano llegaba a la barda de la casa marcada con el número 102 a esperar a que Mely, la dueña de esos 3 golden retriever saliera rumbo al trabajo, pero primero, les sirviera las deliciosas croquetas a Whiskey RaVe, Tequila y María. Después de eso, recibía una dosis de ladridos espeluznantes de parte del macho, Whiskey. Alguna vez intentó negociar: "Pero yo nada más me voy a llevar dos, de hecho no me caben más en el pico, lo juro!" Tequila, la mamá, sabia por ser la más vieja, habló a los otros: "Puede que tenga razón, y además debe tener hambre, y sed, dejemos que coma..." Whiskey, el papá refutó: "No! Si dejamos que venga, vendrán más y más y más y jamás nos dejarán nada! Melissa regresa muy tarde y tendremos hambre" María, la hija de ambos escuchaba con atención a sus papás. "Entonces no debemos dejarlo comer?" Whiskey dijo: No, y punto! Tequila le decía a María que cuando su papi no se diera cuenta, debería dejar que el pobre amigo tomara agua y comiera un poco, María escuchaba... Pero Whiskey en sus conversaciones con su hija, le explicaba lo que debía hacerse con el enemigo... Y hoy, sucedió... el desenlace fue fatal! El Ladrón de las Croquetas llegó y María sin escuchar a su mamá, y haciendo caso siempre de lo que decía su papá, puso fin al estresante cuadro mañanero. Difícil resulto, para una servidora, hacerme cargo del funeral, Tequila y yo nos sentimos consternadas, Whiskey orgulloso, María confundida... Olvidé que al entrar a la casa había 3 criaturas más, lamiéndose los bigotes...