viernes, 17 de mayo de 2013

Mundo yo

Venimos solos a este mundo y solos nos vamos de él. Hubo un tiempo en que sentía diferente. Sentía que entrábamos a formar parte de otros, y que una vez que lo hacíamos podíamos evolucionar en compañía. Que los intereses de unos se engarzaban en el de los otros. No sé por qué tuve esa visión de la vida. Hoy sé que no es así. Lo aprendi a los golpes, sufriendo. Aprendí que la individualidad es mas fuerte que el amor o el cariño. Que los intereses personales pasan por encima de cualquier sentimiento del otro. Los niños sienten que están primero siempre, y es entendible. Pero resulta que los adultos siguen comportándose así. El mundo actual se ha convertido en un mundo egoísta. Se vive en una burbuja en donde los intereses de los demás no nos tocan. Palabras bonitas hay muchas, hechos muy pocos. Tuve que reever mi forma de ser, por instinto de conservación. Pues yo no soy así, pero no se puede nadar contra corriente. Con tristeza me estoy tratando de adaptar. Nunca cambiaré ni lo deseo, pero si me tengo que adaptar. Una nube de tristeza me envuelve, pero un sol interior me da calor y luz. Ese tipo de soledad duele y mucho... Y no hablo solo de la mía. Creo que llegé al mundo equivocado, a ver si tengo suerte y la próxima vez lo elijo mejor.

jueves, 16 de agosto de 2012

La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda

Un autor desconocido, llamado J. Porcupine causa revuelo en las redes sociales escribiendo así:
“Y si, digo que me parecería de lo más bonito del mundo tomarnos de la mano y besarnos frente a los demás. Y comer fresas con crema de tu boca o de tus piernas en mi casa de campo mientras preparo chocolate caliente y tú enciendes la calefacción. Y estar cada noche en la azotea viendo constelaciones mientras te hago dibujos en la espalda de las mismas. Y decirte que me encantaría pasar horas dando vueltas en la cama mirándote y jugando contigo a que somos gatos que no quieren dormirse y quieren jugar hasta que se vaya la luna. Y quisiera despertar todos los días viéndote despertar. Hacerte el desayuno, el amor. Compartirte mi vida. Decir que no hay peor ciego que el que no te quiera ver, y que la verdad el mundo sería bastante aburrido sin tu existencia. Y que me ha gustado un montón haberte encontrado. Y que sólo me sentiría perdido si te suelto de la cintura cuando bailemos. Que sólo en tus labios es que puedo calmar mi sed de verdad, y en tus ojos es que puedo disfrutar de un próspero amanecer. Que con nuestros cuerpos rozados uno al otro mi corazón da latidos de fuego artificial. Que la vida sin ti es un desperdicio, y que no me importa el tiempo que tenga que pasar esperandote por que te vistas a la hora de salir. Que no me importaría llegar tarde al trabajo si cada mañana despertamos, te hago el café comemos y hacemos el amor antes de despedirnos. Que sonreír es mucho más bonito cuando lo hago porque lo haces tú. Que me encantas con pijama, sin pijama, con lo que sea. Que eres tan bella que no dejas que nadie más para mí lo sea. Corretear por la cocina desnudos por estar jugando a las escondidas, aparecerme en la ducha cuando tu lo estás, abrazarte y besarte haciendote saber que eres la mejor persona del mundo y que ser feliz es sinónimo de estar contigo. Y besar tu cuello y acariciar tu vientre mientras digo que soy capaz de darle la vuelta al mundo para abrazarte por la espalda. Así te quedaría claro que eres amada por mí.”

martes, 24 de julio de 2012

La venganza del Prinosaurio

En el año de 1959 Augusto Monterroso escribió como parte de su libro “Obras completas y otros cuentos” un microrelato: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Durante décadas, se consideró el relato más corto de la lengua española y el más célebre de todos los publicados por el autor nacido hondureño. En 2005 fue sustituido por el joven mexicano Luis Felipe Lomelí con su microrelato El Emigrante. Aún así, cualquier persona amante de la literatura mencionará primero a El dinosaurio. Si los dinosaurios nos causan morbo, admiración, temor y asombro… los PRInosaurios nos causan más. Cuando el prinosaurio despertó… ¿Quiénes estaban ahí? Estábamos todos, estamos todos. Todos los que estábamos, todos los que éramos y otros tantos que ya no quisieron ser. Dice Lorenzo Meyer: “Nunca estuvo enteramente dormido, andaba medio amodorrado…” Dijo Polo Espinosa: “Nunca estuvo muerto… si acaso andaba de parranda…” Acaban de cumplirse 12 años de que Fox sacara a patadas al Prinosaurio de Los Pinos, ahora el mismo Fox promueve su regreso argumentando que en su partido, de todos no se hace ni uno. Lo quieren expulsar por la osadía. El ya se había ido solito. El PRI regresa a los Pinos con un triunfo legal y contundente habiendo convencido a la mayoría de los ciudadanos. Es el regreso, la reconciliación, el reencuentro entre los mexicanos, manifiestan muchos. Es el regreso del paternalismo a su máxima expresión, es el regreso del partido que más ha gobernado de manera continua en toda América latina y regresa por lo suyo después de 12 años de oposición, es el regreso del partido creado por Plutarco Elías Calles, del partido que nacionalizó la industria petrolera, del partido que impulsara la reforma agraria. Es el regreso de un partido que logró que México mantuviera el poder sin golpes de Estado, pero que gobernó durante la matanza de Tlatelolco y la crisis de 1982. También del partido que gobernó durante el devastador terremoto de 1985 donde los operativos de Gobierno fueron insuficientes para salvar muchas víctimas. Es el partido de Salinas de Gortari, es el partido de Luis Donaldo Colosio, es el partido de todos, o casi todos. Porque todos fueron y fuimos PRI en algún momento, porque todos, hasta los más radicales de izquierda tuvieron padres priístas. Porque todos sabemos quién es, porque todos sabemos dónde está, porque todos sabemos con quien se junta, con quien juega, qué come y a quien se va comer… Porque el dinosaurio, es el dinosaurio, eso no está en discusión.

miércoles, 20 de junio de 2012

“Hey, pa´! Fuiste pachuco…”

Los jóvenes siempre han sido cuestionados por las personas mayores. Incluso nuestros padres, a quienes sus propios padres les referían frases de inconformidad como “en mis tiempos eso no era bien visto…”después con sus propios hijos repitieron el patrón. Los padres siempre tendrán algo que escondernos. Los padres jamás aceptarán haber sido parte de un movimiento estudiantil, por ejemplo el de 1968; si conocieron personas que terminaron como desaparecidos políticos en muy pocas ocasiones nos lo contarán, a no ser que hayamos nacido en una familia de izquierda y juzgados muchas veces de locos, subversivos, revolucionarios. La mayoría de los padres que luego desfilaron en el PRI para obtener puestos burocráticos se mantendrán en silencio, pues sus ideales cambiaron, su familia pasó a ser lo más importante y buscarán protegernos a toda costa. Es por eso, que hoy los padres con hijos en edad de votar, sobre todo los de aquellos que tendrán la primera experiencia del sufragio, se encuentran preocupados. Las dimensiones que ha logrado alcanzar el movimiento #yosoy132 es el resultado de días, meses y años de generaciones nuevas al tanto de las redes sociales. La vida cambió, el mundo cambió. Ahora los padres, quienes alguna vez nos pidieron alejarnos de la computadora y convivir en familia nos piden auxiliarlos para crear sus propias cuentas de facebook y twitter, y en muchas de las veces, para ellos también resulta muy adictivo. Pongo el ejemplo de mi madre, quien luego de quejarse años de que perdíamos el tiempo en internet, encontró, auxiliada por nosotros, a todas sus compañeras de la generación 69-74 de Trabajo Social de la UANL, un ejemplo que es de lo más común hoy en nuestros días. Se reunieron y acaban de regresar de un viaje por la república mexicana, en donde todas rebozaban de felicidad manifestando repetidamente que sin las redes sociales jamás lo hubieran logrado. Y es cierto. Seguramente generaciones enteras, jamás volvieron a saber nada de muchos compañeros de universidad, y la vida terminó así, porque así tenía que ser. En Europa ha sido el movimiento de los Indignados, en Noráfrica, la primavera árabe, en Estados Unidos el Occupy Washington. En México una significativa revuelta estudiantil llamada ingeniosamente #yosoy132 ha aparecido en plena campaña presidencial dándole un nuevo cariz a un proceso electoral, y que se creó para evitar a toda costa el regreso del PRI al poder. Esto, muchos de los jóvenes miembros del movimiento, ni siquiera lo saben. No solo los jóvenes hemos cambiado, todos hemos cambiado. La vida privada se ha vuelto pública, millones de personas en el mundo mantienen informadas a las personas de su red social de lo que hacen todo el día, de lo que comen, de lo que escuchan, de lo que piensan, y ahora, de por quién votarán. Antes, el voto, era realmente secreto. Ya no lo es. La mayoría de las personas que tienen una cuenta de twitter manifiestan su corriente partidaria día con día. Cientos de estudiantes de nuestro estado, diariamente exponen denuncias acerca de profesores de la UANL, que pretenden, como en otros tiempos que asistan a eventos de partido a cambio de una calificación o una asistencia. El orden de importancia de las prioridades de un joven en el 2012, son distintas a las de un joven de 1968, sin embargo, se mantiene el común denominador de que para todos los jóvenes lo más importante es la familia y los amigos. Las generaciones actuales no se sorprenden cuando sus amigos se hacen un tatuaje, cuando en su grupo de amigos uno manifiesta una conducta homosexual, ni mantienen en secreto el embarazo de alguna hermana adolescente; a diferencia de las generaciones más viejas. Las generaciones actuales, sin embargo, reprueban a toda costa la desigualdad de género, la contaminación de ríos y mares, y la imposición política por parte la familia. La vida ha cambiado. Los jóvenes siempre serán a quienes critiquemos cuando nos convertimos en adultos, pero ahora es diferente, pensamos como individuos pero sin querer, vamos siendo parte de una conciencia colectiva.

lunes, 18 de junio de 2012

Perlas a los puercos

Un candidato que presume de no ser político, para diferenciarse de los políticos a los que él llama: “de siempre”. Un candidato que acusa a los otros candidatos de no preocuparse en realidad por los intereses y necesidades de los mexicanos, por perder el tiempo en una guerra sucia. Un candidato que promete facilitar el acceso a Internet y disponer de la banda ancha necesaria para ello, incluso modificando la Constitución, por ser un derecho social fundamental y medio para mejorar la educación y promover la productividad y la competitividad. Un candidato que en materia de seguridad, insiste en la desaparición de las policías municipales y la creación de policías estatales con mandos únicos en cada una de las entidades federativas, como una forma de mejorar la seguridad y que, en el rubro de la ciencia y la tecnología propuso una secretaría del ramo que promueva la formación de doctores que necesita el país, para triplicar el número de graduados de los dos mil que se forman ahora a seis mil o siete mil que se requieren y pone como ejemplo la administración del Gobierno de Brasil donde el Estado impulsa la titulación, un Gobierno de izquierda. Un títere con unos enormes hilos movidos por la peligrosa y poderosa Elba Esther, que el mismo ha llegado creerse, no son perceptibles al ojo humano. Un Quadri que critica las formas de los otros partidos y reúne más de mil indígenas tsotsiles “acarreados” de las comunidades de Zinacantán y San Juan Chamula, Chiapas; a quienes al final del su discurso, los ayudantes del “candidato ciudadano” les lanzan plátanos desde dos camionetas repletas, y quienes se pelean como animales entre ellos para poder alcanzarlos. Un Quadri que critica las andanzas del PRI de siempre y la violencia que ha generado el PAN en el país. Un Quadri que demuestra de que está hecho y quien lo maneja como robot. Un Quadri, que olvidó que si la prensa no perdona, mucho menos las redes sociales. Un Quadri al que le costará esos codiciados votos de indecisos, que podían favorecerle, haberles dado perlas a los puercos.

miércoles, 6 de junio de 2012

El ladrón de croquetas

Había una vez un ladrón de croquetas. Todos los días muy temprano llegaba a la barda de la casa marcada con el número 102 a esperar a que Mely, la dueña de esos 3 golden retriever saliera rumbo al trabajo, pero primero, les sirviera las deliciosas croquetas a Whiskey RaVe, Tequila y María. Después de eso, recibía una dosis de ladridos espeluznantes de parte del macho, Whiskey. Alguna vez intentó negociar: "Pero yo nada más me voy a llevar dos, de hecho no me caben más en el pico, lo juro!" Tequila, la mamá, sabia por ser la más vieja, habló a los otros: "Puede que tenga razón, y además debe tener hambre, y sed, dejemos que coma..." Whiskey, el papá refutó: "No! Si dejamos que venga, vendrán más y más y más y jamás nos dejarán nada! Melissa regresa muy tarde y tendremos hambre" María, la hija de ambos escuchaba con atención a sus papás. "Entonces no debemos dejarlo comer?" Whiskey dijo: No, y punto! Tequila le decía a María que cuando su papi no se diera cuenta, debería dejar que el pobre amigo tomara agua y comiera un poco, María escuchaba... Pero Whiskey en sus conversaciones con su hija, le explicaba lo que debía hacerse con el enemigo... Y hoy, sucedió... el desenlace fue fatal! El Ladrón de las Croquetas llegó y María sin escuchar a su mamá, y haciendo caso siempre de lo que decía su papá, puso fin al estresante cuadro mañanero. Difícil resulto, para una servidora, hacerme cargo del funeral, Tequila y yo nos sentimos consternadas, Whiskey orgulloso, María confundida... Olvidé que al entrar a la casa había 3 criaturas más, lamiéndose los bigotes...

lunes, 7 de mayo de 2012

El origen de los debates políticos y su desafortunada evolución

La comunicación política como disciplina de las ciencias sociales nació en EEUU. La Casa Blanca sabe de sobra que no sólo hay que gobernar. También hay que contarlo. Y su organigrama lo demuestra. Lo que no significa que siempre se haga bien. El mismo presidente Obama tiene un problema de comunicación, según los expertos. No consigue hacer llegar su mensaje a los ciudadanos, ya inmerso en la “burbuja” del despacho Oval. Pero lo cierto es que, pese a todo, EEUU lleva bastante ventaja en lo que a la comunicación política se refiere. El primer debate electoral fue hace más de cincuenta años. Aquel Kennedy - Nixon. Aquel primer debate electoral televisado de la historia que aún hoy sirve de ejemplo de telegenia y mala suerte. Un 26 de septiembre de 1960, en Chicago, los candidatos a la presidencia de EEUU, Richard Nixon y John F. Kennedy, empatados en las encuestas, se sentaron frente a frente. 70 MILLONES de espectadores se sentaron con ellos. Nixon llegó al plató enfermo. Había estado hospitalizado dos semanas por una infección. Delgado, ojeroso. Los maquilladores hicieron lo que pudieron. Un guapísimo Kennedy, preparado, vigoroso y seguro hicieron el resto. Las encuestas le dieron como ganador absoluto. EN TELEVISIÓN. En radio, daban un claro empate entre Nixon y Kennedy. Para el segundo enfrentamiento, Nixon llegó más preparado. Afeitado. Y se negoció la temperatura del estudio, para evitar los sudores. Dicen que estaban prácticamente congelados del frío. Pero no fue suficiente. La primera impresión, quedó. Desde entonces, para muchos los debates son el pilar cualquier sistema democrático. Para otros, un mecanismo injusto que premia la telegenia del político y los párrafos de dos minutos listos para televisión. Pero los medios de comunicación son canales de transmisión del mensaje político a los ciudadanos. Y los debates electorales, herramientas eficaces. De gran expectación. Grandes convocatorias donde dirigir un mensaje directo a un público que voluntariamente se sienta delante del televisor a escuchar a sus candidatos. Y en países con amplio electorado independiente, como EEUU, puede ser decisivo. Y la libertad con la que se manejan responde a una evidencia universal. Reprimir demasiado un debate electoral, pactando hasta el último segundo de contenido y realización, dificulta lo esencial: la soltura de los candidatos para practicar un verdadero debate, en el que haya intercambio de premisas y conclusiones; el papel del periodista; y el formato televisivo ágil y entretenido. Esto sucede en México, un debate inútil, con un formato indebido y con tiempos exactos que permiten que los candidatos olvidar completamente de que estaban hablando... Eso digo yo, no me hagan mucho caso.