Hay cosas que no existen: la pareja perfecta,el olor de las nubes, el ratón de los dientes, los extraterrestres que salen en las películas,la vida en Marte, los abogados baratos, el amor.... Tampoco las vírgenes ni los chaneques. Pero no me interesa.
lunes, 19 de marzo de 2012
Mi cumpleaños
19 de Marzo. Cumplo 34 años. No los aparento, o al menos eso me dicen... lo que a veces, dependiendo de mi estado de ánimo en el día logra aumentarme el autoestima. Pueden ser pocos o muchos, dependiendo del cristal por el que se mire. Yo me siento feliz. Plena, como pocas veces. Me deshago todos los días de relaciones tóxicas y abusivas y me rodeo de personas de las que aprendo y a las que admiro. Dejo poco a poco afuera la basura y las vibras de personas infelices y me siento irresistiblemente atraída por personas llenas de luz, de espíritu, de paz. Abandono la soberbia, el egocentrismo, el protagonismo desmedido; mío y de otros y me lleno de deseos de iniciar aventuras nuevas en compañía de gente que como yo, busca crecer y ser mejor cada día. Mi maleta de viaje está repleta. Algunas cosas que a veces observo cuando la abro son tristes, otras me hacen llorar de alegría. El vagón en el que viajo ha sido accidentado, pero las personas con las que comparto mi viaje han sido valiosas. Algunas me han hecho daño, algunas me ha regresado a la vida, algunas son unas inútiles con su propia vida, algunas son ejemplo en mi andar. De ese vagón muchas personas saltan para siempre, de ese vagón hay quienes deciden cambiarse simplemente a otro. Mi maleta siempre está repleta. Le doy valor a la sangre, a la familia, al amor eterno, minimizo las relaciones efímeras, las amistades que abusan de tu capacidad para engrandecer su ego, le doy paso a los seres de luz, a los que no tienen voz, a los débiles, a los humillados, porque de ellos aprendo. Le doy la espalda a los seres siniestros, a esos de los que jamás aprenderé nada. ¡Le doy la bienvenida a mis 34 años! Cada vez que cumplo años recuerdo las veces que he estado a punto de perder la vida, cada vez que cumplo años recuerdo los años que he vivido sin mi padre, cada vez que cumplo años hago un recuento de las personas que siguen ahí, siempre... pase lo que pase. Cada vez que cumplo años aprendo a ser más como los árboles, puedo morir... pero de pie.
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